Cada noche, cuando va a la cama, mi niña puede percibir a los monstruos que la rodean. Me atrevo a decirle que son reales. Le rompí los huesos al que habitaba el armario, el hombre bajo su cama también está muerto, apuñalé a aquella cosa en la ventana y limpié el cuchillo en mi brazo. Y ahora que es tiempo de ir a la cama, mi niña puede dormir sin preocuparse por los monstruos que vendrán. Y todo lo que necesito, para que ella duerma, es vestir la piel de su padre.
Soledad.
Se arrastró hasta la cama, solo y con el corazón hecho pedazos. El funeral de su esposa había sido aquella mañana, y la única forma en que logró dormir fue mirando a aquel espacio vacío al lado de su cama.
Despertó con una voz que le susurraba al oído. “Dijiste que estaríamos juntos para siempre”.
Sus ojos se abrieron rápidamente al reconocer la voz de su esposa muerta y al sentir su helada mano sobre el hombro. Estaba oscuro y necesitaba ver que estaba pasando. Intentó levantarse, pero la tapa del ataúd se lo impidió.
Alguien especial.
¿Alguna vez viste a un hombre o una mujer y pensase para ti mismo, “es alguien especial”? Yo lo hice. Y por eso está sobre mi chimenea, y no pudriéndose en el fondo del mar como las demás.
Avances de la ciencia.
“¡Lo hicimos!”, gritaban los eufóricos científicos con orgullo por lo que acababan de lograr… los secretos del viaje temporal finalmente habían sido develados. Mientras la energía frente al grupo comenzaba a desestabilizarse, se dieron cuenta de que ya habían estado allí. Un destello cegador… “¡Lo hicimos!”
Hablar dormido.
Mi esposo me movió hasta que desperté. “Estás hablando dormida de nuevo”. Estábamos en el medio de la noche en nuestra habitación minúscula en un pequeño apartamento. Aturdida, y con el cuerpo hecho trizas… estaba muy cansada. “Lo siento”, le dije, “solo voltéate e intenta ignorarme”. “No puedo”, me respondió y extendió la mano para encender la luz en la mesa de noche junto a la cama, “Esta vez escuché a alguien que te respondió”.
Acabo de ver a mi reflejo parpadear.
Tu esposa te llama desde la cocina. Mientras bajás las escaleras escuchás un susurro que sale del armario y dice "cariño, no bajes Yo también lo escuché"
Ella me preguntó "por que respiraba tan fuerte"... yo no lo estaba haciendo.
Lo estaba acostando cuando me pide "papi, fijate si no hay monstruos abajo de la cama". Me fijo para complacerlo y veo, debajo de la cama a otro como él, mirándome aterrado y me dice "papi, hay alguien en la cama"
Mi hija no dejaba de llorar y gritar en medio de la noche. Visité su tumba y le pedí por favor que pare, pero no sirvió.
Cuando finalmente la encontré en la oscuridad, nadé hacia la superficie. Nunca pensé en lo rápido que el hielo puede volver a formarse.
Al volver del trabajo, veo a mi mujer con nuestro hijo en brazos. No se que fué lo peor, el hecho de que ambos estaban muertos o que alguien irrumpió en mi departamento para ponerlos ahí.
El último ser humano del planeta está sentado solo en una habitación. De repente, oye que tocan la puerta.
No puedo ver, hablar ni escuchar nada. Si hubiese sabido que iba a estar así de solo, habría pedido que me cremen.
Levanté la vista al escuchar un golpe en el vidrio. Al principio pensé que era en la ventana, pero otra vez venía del espejo.
Que no te asusten los monstruos, buscálos: mirá a la izquierda, a la derecha, bajo tu cama, en tu placard, debajo de los muebles, pero nunca mires hacia arriba. Ella odia que la descubran.
Encuentro en mi teléfono una foto mía durmiendo. Vivo solo.
Ella se preguntó por que había dos sombras. Después de todo, solo había un foco en la habitación.
La puse en mi regazo, con sus fríos ojos de porcelana y el mas lindo vestido de muñecas que pude conseguir. ¿Por que tuvo que morir antes de nacer?
Me despierto con la sensación de que todo está mal, afuera hay demasiado silencio. Miro por la ventana y veo a todos inmóviles, mirando hacia mi casa.
La cara me miraba con una sonrisa por la ventana, desde la oscuridad afuera de mi habitación. Yo vivo en el piso 14.
Él regresó al atardecer y poniendo su fría mano sobre la mía me dijo que "lo había visto", para luego caer muerto. Nunca supimos como salió de la morgue.
Beso a mi esposa y a mi hija antes de dormir. A la mañana siguiente, me encuentro usando un chaleco de fuerza, en una habitación con paredes acolchadas mientras la enfermera me dice que todo fué un sueño.
Después de luchar desesperadamente para mover cualquier parte de su cuerpo paralizado, para alertar a los médicos de que estaba consciente antes de hacer la primera incisión, se sintió aliviado al ver que una de las enfermeras se había dado cuenta de la contracción de las pupilas por la luz brillante. Ella se acercó más y, en un susurro que le hizo cosquillas en la oreja, dijo: "Creés que no sabemos que estás despierto?
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