La Leyenda del Teke Teke
Una escalofriante leyenda urbana japonesa habla de una chica que tras ser asustada, en una broma por unas compañeras de clase, acabó en las vías del tren donde murió partida en dos. Desde entonces vaga convertida en un torso…
Entre los japoneses circula una escalofriante leyenda que habla de un espíritu femenino al que le falta la mitad inferior del cuerpo. Dicen que se arrastra con las manos (terminadas en dedos largos, con garras que pueden cortar carne como mantequilla) y que se desplaza haciendo un sonido del cual recibe su nombre: “Teke Teke”.
La versión más difundida cuenta que, en vida, aquel espectro era una joven mujer, que esperaba el tren pero cayó en las vías, no tuvo tiempo de escapar de una muerte horrenda en la que su cuerpo, fue partido en dos… Muy probablemente algunos la vieron caer y no la ayudaron, ya que el Teke Teke es un fantasma que arde en ira, buscando afanosamente compartir con cuantos pueda su amargo destino. Así, cuentan que ha empujado a personas que estaban esperando el tren, que ha atacado con sus garras dejando caras y espaldas sanguinolentas, o incluso, según los más extremistas, que es capaz de arrastrarte y lanzarte a las vías del tren o, si te la encuentras solo en alguna oscura noche, puede destrozarte y usar sus garras para dividir tu cuerpo en dos. Pero el asunto va aún mas lejos; pues, en cualquiera de los casos en que la víctima muere, la versión extrema de la leyenda afirma que se convierte en otro “teke teke” más…
¿Víctima de una mala broma?
Una teoría dice que el Teke Teke es el fantasma de una colegiala japonesa que vaga por las estaciones de tren en Japón. En vida era una chica asustadiza e impresionable, y eso la hacía blanco frecuente de bromas pesadas. Un día de verano (temporada de cigarras en Japón) esas bromas fueron demasiado lejos, y sus compañeros, viéndola que esperaba el tren con la mirada perdida, se acercaron sigilosamente por atrás y le lanzaron una cigarra en el hombro, haciéndola dar un brinco que la hizo terminar en las vias férreas, donde un veloz Shinkansen (tren de alta velocidad) la partió en dos. Desde ese día, ella pena cerca de lasestaciones, buscando acabar con bromistas como los que la precipitaron a su muerte, aunque no duda en acabar con inocentes también…
La historia del escolar asesinado
Esta historia, supuestamente real, es ampliamente conocida entre los escolares japoneses. Trata sobre una víctima del fantasma y es como sigue:
Un estudiante de una escuela solo para hombres salió más tarde de lo debido, cuando de pronto, antes de que abandonara el colegio, escuchó un extraño ruido detrás de él. Inquietado, el muchacho se giró y vio que, observándolo desde una de las ventanas del segundo piso de un edificio lleno de aulas, estaba una hermosa chica de misterioso aspecto. Ella lo veía con los brazos apoyados en el alféizar y la cara entre las manos, él no podía ocultar el asombro que le producían aquellas dulces facciones y aquellos ojos negros, profundos y templados. ¿Qué hacía una chica así en un colegio de hombres? Él no lo sabía, y dejó de importarle cuando ella sonrió coqueta y maliciosamente, pero este no fue más que el principio del fin, porque tras un par de segundos ella saltó por la ventana y cayó al pavimento, sin destrozarse, y revelando que su cuerpo carecía de mitad inferior…
Congelado por el terror, el muchacho la vio
arrastrarse con los brazos, haciendo un ruido que era como “tek, tek, tek, tek, tek”… Trató de gritar pero la voz no le salía, trató de salir corriendo pero sus piernas solo podían temblar y temblar… Ahora sabía que se trataba del Teke Teke, pero era demasiado tarde; y ella, que iba dejando una estela de sangre nacida de sus órganos expuestos, saltó violentamente sobre él, sacó una guadaña —así dicen, aunque es más creíble pensar que lo mató sin guadaña— y lo cortó en dos, condenándolo con ello a ser otro “teke teke” más.
Kashima Reiko, la leyenda hermana
Muy semejante a la leyenda del Teke Teke, es la leyenda de Kashima Reiko, una chica que también murió pisada por un tren, aunque no fue dividida en dos sino que simplemente perdió sus dos piernas. Desde entonces, dicen que ronda por los baños en busca de víctimas, que toca la puerta y pregunta al ocupante dónde están sus piernas. Kashima espera que la persona le diga que sus piernas están en la EstaciónMeishin, y que fue ella misma quien se lo dijo. Si la víctima responde indebidamente, Kashima le arrancará salvajemente sus propias piernas…
Explicación racional
Hay varios hechos que nos permiten entender racionalmente la leyenda. Para empezar, la historia (expuesta anteriormente) del chico que murió a manos de una teke teke o de la Teke Teke, es generalmente contada entre los escolares, y son los mismos maestros quienes la alimentan y agregan detalles como aquello de que el espectro persigue a los niños que andan solos por la noche. Esto hace pensar en la leyenda de Hanako San, pues los profesores dicen que Hanako (una chica fantasma) pena sobre todo en baños sucios y descuidados. Como se ve, este tipo de leyendas, al menos en gran parte, sobreviven en la tradición oral pues los profesores, aprovechándose de la credulidad de los estudiantes de primaria, las usan para hacer que los alumnos no hagan ciertas cosas.
Desde otro ángulo muy diferente, esta leyenda, al igual que la de Kashima Reiko, constituye una proyección simbólica, a nivel de las tradiciones orales, del miedo a sufrir una muerte particularmente terrible. De allí que, tanto el Teke Teke como Kashima, no se contentan con aterrorizar sino que buscan hacer que otros mueran de la misma manera; aunque estas situaciones, como bien puede intuirse, están vinculadas a una tendencia cultural que ha atravesado diversas épocas y lugares: la tendencia a percibir a los fantasmas como entes malignos.
De todas formas, estas sencillas explicaciones no invalidan la posibilidad de que algunas víctimas de trenes japonesas hayan quedado partidas por la mitad y posteriormente hayan penado. Así que, si el lector va algún día a Japón, será mejor que no ande solo de noche en las estaciones de tren, porque podría ver algún fantasma partido arrastrándose y, si está cerca de las vías del tren, el susto podría ser suficiente para hacerlo caer y convertirse en un teke teke más…
arrastrarse con los brazos, haciendo un ruido que era como “tek, tek, tek, tek, tek”… Trató de gritar pero la voz no le salía, trató de salir corriendo pero sus piernas solo podían temblar y temblar… Ahora sabía que se trataba del Teke Teke, pero era demasiado tarde; y ella, que iba dejando una estela de sangre nacida de sus órganos expuestos, saltó violentamente sobre él, sacó una guadaña —así dicen, aunque es más creíble pensar que lo mató sin guadaña— y lo cortó en dos, condenándolo con ello a ser otro “teke teke” más.
Kashima Reiko, la leyenda hermana
Muy semejante a la leyenda del Teke Teke, es la leyenda de Kashima Reiko, una chica que también murió pisada por un tren, aunque no fue dividida en dos sino que simplemente perdió sus dos piernas. Desde entonces, dicen que ronda por los baños en busca de víctimas, que toca la puerta y pregunta al ocupante dónde están sus piernas. Kashima espera que la persona le diga que sus piernas están en la EstaciónMeishin, y que fue ella misma quien se lo dijo. Si la víctima responde indebidamente, Kashima le arrancará salvajemente sus propias piernas…
Explicación racional
Hay varios hechos que nos permiten entender racionalmente la leyenda. Para empezar, la historia (expuesta anteriormente) del chico que murió a manos de una teke teke o de la Teke Teke, es generalmente contada entre los escolares, y son los mismos maestros quienes la alimentan y agregan detalles como aquello de que el espectro persigue a los niños que andan solos por la noche. Esto hace pensar en la leyenda de Hanako San, pues los profesores dicen que Hanako (una chica fantasma) pena sobre todo en baños sucios y descuidados. Como se ve, este tipo de leyendas, al menos en gran parte, sobreviven en la tradición oral pues los profesores, aprovechándose de la credulidad de los estudiantes de primaria, las usan para hacer que los alumnos no hagan ciertas cosas.
Desde otro ángulo muy diferente, esta leyenda, al igual que la de Kashima Reiko, constituye una proyección simbólica, a nivel de las tradiciones orales, del miedo a sufrir una muerte particularmente terrible. De allí que, tanto el Teke Teke como Kashima, no se contentan con aterrorizar sino que buscan hacer que otros mueran de la misma manera; aunque estas situaciones, como bien puede intuirse, están vinculadas a una tendencia cultural que ha atravesado diversas épocas y lugares: la tendencia a percibir a los fantasmas como entes malignos.
De todas formas, estas sencillas explicaciones no invalidan la posibilidad de que algunas víctimas de trenes japonesas hayan quedado partidas por la mitad y posteriormente hayan penado. Así que, si el lector va algún día a Japón, será mejor que no ande solo de noche en las estaciones de tren, porque podría ver algún fantasma partido arrastrándose y, si está cerca de las vías del tren, el susto podría ser suficiente para hacerlo caer y convertirse en un teke teke más…
Hitobashira.
Hitobashira, traducido al español significa “pilares humanos”, y es una leyenda que surgió en el Japón de la antigüedad, cuando las personas creían que era necesario hacer sacrificios a los dioses para que las construcciones estuvieran siempre protegidas y se volvieran fuertes y estables.
¿Cómo se hacían estos sacrificios?, dado que estamos hablando de japoneses, ya te imaginarás el grado de extrañeza para esta práctica. Simplemente tomaban a un pobre desgraciado y lo sellaban, vivo, en los pilares de las construcciones y, si los dioses aprobaban el acto, los edificios duraban muchos años. Sin embargo, estos siempre estarían habitados por los fantasmas de las personas atrapadas en las paredes.
El infierno de Tomino.
“El Infierno de Tomino” (o “Tomino’s Hell”) es un poema escrito por Yoomta Inuhiko que puede encontrarse en un libro titulado “The Heart Is Like A Rolling Stone”. También fue incluido en la 27º colección de poemas de Saizo Yaso en 1919. Esta obra de la literatura cuenta la historia de Tomino, que muere y va directamente al infierno.
Sin embargo, se dice que es un poema maldito que mata, sin piedad ni misericordia, a cualquier persona que lo lea en voz alta. Si llegas a tener suerte, quizá no mueras, pero seguramente muchas cosas feas empezarán a suceder en tu vida.
En Internet se puede encontrar una versión con la dicción las palabras en japonés, digo, por si alguien se interesa.
La niña del agujero.
Algunas casas en Japón tienen agujeros y grietas que se extienden por todas las habitaciones. En estos lugares habita un espíritu maligno con la figura de una niña. Ella puede encontrarse entre los muebles, las puertas o los cajones y siempre está en busca de alguien para jugar.
Si encuentra a alguien, este ente pedirá que jueguen a las escondidas. Si la persona acepta el juego, la segunda vez que vea los ojos de esta niña será entre un agujero o grieta, momento en el que será llevado a otra dimensión (o al infierno, ya que nadie ha vuelto para contarlo).
Muñeca Okiku
Aldea Inunaki.
Se trata de una misteriosa aldea que se encuentra totalmente aislada de otras aldeas japonesas. Incluso los mismos japoneses tienen dificultades para encontrarla, lo que genera cierta duda de si realmente existe. Algunas personas que aseguran haberla encontrado dicen que, una vez en la entrada, puede leerse un letrero que dice: “Las leyes constitutivas de Japón no tiene valor aquí”.
Según los informes, los habitantes del lugar viven de una forma extremadamente rara. Practicando el incesto, canibalismo y los asesinatos que son muy frecuentes en el sitio. Por algún motivo, ningún dispositivo electrónico funciona en esta aldea. Existen tiendas antiguas y teléfonos públicos pero resulta imposible llamar a alguien. Muchas personas fueron a esta aldea y nunca más regresaron.
El túnel Kiyotaki.
El túnel Kiyotaki se construyó en 1927 y dice la leyenda que está embrujado por los trabajadores que murieron en él, en condiciones de esclavitud, mientras era construido. Tiene 444 metros (se sabe que el número 4 es considerado maldito por algunas culturas orientales, de la misma forma que el número 13 para los occidentales), sin embargo, su tamaño puede variar dependiendo de si se mide en el día o durante la noche.
Las personas relatan que durante la noche se pueden observar diferentes fantasmas. Se dice que incluso pueden montarse en el automóvil y asustar a los pasajeros, provocando accidentes fatales. También existe un espejo en el túnel y, si se mira en él y se ve un fantasma, es seguro que la persona sufrirá una muerte terrible
Hitobashira, traducido al español significa “pilares humanos”, y es una leyenda que surgió en el Japón de la antigüedad, cuando las personas creían que era necesario hacer sacrificios a los dioses para que las construcciones estuvieran siempre protegidas y se volvieran fuertes y estables.
¿Cómo se hacían estos sacrificios?, dado que estamos hablando de japoneses, ya te imaginarás el grado de extrañeza para esta práctica. Simplemente tomaban a un pobre desgraciado y lo sellaban, vivo, en los pilares de las construcciones y, si los dioses aprobaban el acto, los edificios duraban muchos años. Sin embargo, estos siempre estarían habitados por los fantasmas de las personas atrapadas en las paredes.
El infierno de Tomino.
“El Infierno de Tomino” (o “Tomino’s Hell”) es un poema escrito por Yoomta Inuhiko que puede encontrarse en un libro titulado “The Heart Is Like A Rolling Stone”. También fue incluido en la 27º colección de poemas de Saizo Yaso en 1919. Esta obra de la literatura cuenta la historia de Tomino, que muere y va directamente al infierno.
Sin embargo, se dice que es un poema maldito que mata, sin piedad ni misericordia, a cualquier persona que lo lea en voz alta. Si llegas a tener suerte, quizá no mueras, pero seguramente muchas cosas feas empezarán a suceder en tu vida.
En Internet se puede encontrar una versión con la dicción las palabras en japonés, digo, por si alguien se interesa.
La niña del agujero.
Algunas casas en Japón tienen agujeros y grietas que se extienden por todas las habitaciones. En estos lugares habita un espíritu maligno con la figura de una niña. Ella puede encontrarse entre los muebles, las puertas o los cajones y siempre está en busca de alguien para jugar.
Si encuentra a alguien, este ente pedirá que jueguen a las escondidas. Si la persona acepta el juego, la segunda vez que vea los ojos de esta niña será entre un agujero o grieta, momento en el que será llevado a otra dimensión (o al infierno, ya que nadie ha vuelto para contarlo).
Muñeca Okiku
Aldea Inunaki.
Se trata de una misteriosa aldea que se encuentra totalmente aislada de otras aldeas japonesas. Incluso los mismos japoneses tienen dificultades para encontrarla, lo que genera cierta duda de si realmente existe. Algunas personas que aseguran haberla encontrado dicen que, una vez en la entrada, puede leerse un letrero que dice: “Las leyes constitutivas de Japón no tiene valor aquí”.
Según los informes, los habitantes del lugar viven de una forma extremadamente rara. Practicando el incesto, canibalismo y los asesinatos que son muy frecuentes en el sitio. Por algún motivo, ningún dispositivo electrónico funciona en esta aldea. Existen tiendas antiguas y teléfonos públicos pero resulta imposible llamar a alguien. Muchas personas fueron a esta aldea y nunca más regresaron.
El túnel Kiyotaki.
El túnel Kiyotaki se construyó en 1927 y dice la leyenda que está embrujado por los trabajadores que murieron en él, en condiciones de esclavitud, mientras era construido. Tiene 444 metros (se sabe que el número 4 es considerado maldito por algunas culturas orientales, de la misma forma que el número 13 para los occidentales), sin embargo, su tamaño puede variar dependiendo de si se mide en el día o durante la noche.
Las personas relatan que durante la noche se pueden observar diferentes fantasmas. Se dice que incluso pueden montarse en el automóvil y asustar a los pasajeros, provocando accidentes fatales. También existe un espejo en el túnel y, si se mira en él y se ve un fantasma, es seguro que la persona sufrirá una muerte terrible
Temporizador Sony.
Se rumoreaba una vez que la Sony Corporation, instaló un dispositivo en todos sus productos de electrónica, que causa su expiración poco después de terminada la garantia, una forma ilegal de obsolescencia programada.
Esto nunca ha sido probado y si bien es poco probable que Sony explícitamente agregara dispositivos de vencimiento a su hardware, el “temporizador Sony” también se ha tomado en el sentido de que Sony fabrica dispositivos para resistir lo suficiente como para necesitar utilizar una línea nueva. En la reunión anual de accionistas en 2007, el entonces presidente Ryoji Chubachi dijo que era consciente de la palabra “Sony Timer”.
Comercial Kleenex Maldito.
En la década de 1980, Kleenex lanzó tres comerciales japoneses para sus productos, mostraban a una mujer vestida con una especie de toga blanca y a un niño vestido como un ogro japonés, sentado en un pajar. Cada anuncio tenia la canción ” It’s a fine day ” de Jane & Barton tocando en el fondo. Muchos espectadores encontraron el anuncio inquietante. Algunas quejas afirmaron que la música sonaba como una maldición alemana, aunque las letras son en inglés. Debido a su ambiente inquietante, varios rumores comenzaron a circular sobre el elenco, como las muertes prematuras del esquipo a causa de accidentes y el embarazo de la actriz principal de un bebé demonio
Parque maldito de Inokashira.
En Inokashira Park, Tokio, hay un lago donde los visitantes pueden alquilar botes de remos. Se cree que si una pareja da paseos en un bote juntos su relación va a terminar. La leyenda está conectada a un santuario local dedicado a Benzaiten. Se cree que la deidad es muy celosa y provoca la desintegración de los que viajan en los barcos.
Maldición Red Room
La historia de Red Room es una leyenda de internet acerca de un pop-up que aparece en el ordenador de la víctima. La imagen muestra simplemente una puerta roja y una voz grabada que le pregunta “¿Te gusta-“. Incluso si el pop-up se cierra, vuelve a aparecer varias veces hasta que la voz finalmente la pregunta: “¿Te gusta la habitación roja?”. Aquellos que han visto el pop-up han sido encontrados muertos y sus paredes pintadas de rojo con su propia sangre. La leyenda comenzó con una animación en flash de un niño maldecido después de encontrarse con el pop-up, pero ganó notoriedad cuando se descubrió que la estudiante asesina Nevada Tantenía el video como favorito.
Aka Manto (Manto Rojo).
Aka Manto es un espíritu que se aparece en los baños, por lo general en el último retrete en el baño de mujeres. Algunas versiones lo describen con una máscara que cubre su muy hermoso rostro, que le había causado problemas de acoso en vida. Cuando la víctima con mala suerte entrar al inodoro, una voz misteriosa les preguntará si desean papel rojo o papel azul. Si su respuesta es papel rojo, mueren de forma violenta y empapada en sangre. Si pide azul, muere estrangulado o desangrado, dejando la piel color azul. El intento de solicitar cualquier otro color de papel se traducirá en que aparecen las manos (a veces sale de la taza del baño), y arrastras al desafortunado a los fuegos del infierno. En otras versiones el fantasma simplemente preguntará si usted quiere un chaleco rojo y luego extrae la piel de tu espalda. También preguntarte si quieres un manto de color rojo o azul. La única respuesta que permitirá escapar de él es rechazar todo lo que ofrece.
Tarifa Fatal.
Esta historia se refiere a un taxista solitario haciendo su camino por una carretera durante la noche. La leyenda dice que de repente una persona aparece de la oscuridad de la noche y hace la parada al taxi. La persona se sienta en la parte trasera del coche y pide que lo lleven a un lugar del que el conductor nunca ha oído hablar. Cuando el conductor se lo dice, el pasajero asegura que le dará instrucciones para llegar. El pasajero proporciona instrucciones al conductor cada vez más complejas que los llevan por calles y callejones, a través de muchos pueblos e incluso en algunos casos, todo el camino desde la ciudad hasta el campo. Después de recorrer una gran distancia y lejos de llegar a cualquier destino, el conductor se siente incómodo. Se da la vuelta sobre el respaldo del asiento para preguntar al pasajero exactamente dónde están – pero se sorprendió al descubrir que el pasajero se había desvanecido. El taxista vuelve al volante solo para ver el borde de un acantilado.
Gozu (Cabeza de vaca).
Gozu (cabeza de buey), también conocido como Cabeza de vaca, es el título de una historia en una leyenda urbana japonesa. La leyenda trata de un grupo aburrido de niños de escuela en un autobús durante un viaje de clase. Un profesor, deseoso de animar a sus estudiantes, decide contarle algunas historias de fantasmas. Los niños las disfrutan, pero a medida que comienza a quedarse sin buenos cuentos que contar, de repente pregunta si alguien ha oído hablar de “Cabeza de vaca”. Ninguno de los estudiantes estaba familiarizado con la historia. El maestro empezó a contar y al principio los niños estaban fascinados, pero poco a poco, muchos se asustaron. Varios de los niños suplicaron que el profesor se detuviera, pero parecía estar en trance, incapaz de detenerse. El maestro volvió en si un poco más tarde y encontró al autobús parado en medio de la carretera. Los niños yacían sobre el bus en un estado catatónico, sus ojos miraban hacia arriba, de su salía boca espuma y el conductor se encontraba en un estado similar. Todos estaban vivos, pero el maestro no podía recordar la historia que contó, y nadie más de los presentes alguna vez hablo de lo que sucedió en el cuento de “Cabeza de vaca”. Se rumorea que la historia maldita era una pieza inédita de ciencia ficción del escritor Komatsu Sakyo, pero no hay evidencia que relacione el autor de la leyenda de Cabeza la Vaca. Un cuento popular ucraniano llamado Cabeza de vaca existe, trata sobre una mujer que recibe la buena fortuna ofreciendo comida y refugio a una cabeza de vaca sin cuerpo que la visita durante la noche, pero es poco probable que la historia cause histeria en los que la escuchan. También hay una película de 2003 llamada Gozu, dirigida por Takashi Miike que, aunque violenta y surrealista, no está ligada a la leyenda urbana.
Jinmenken (Humanos con rostro de perro).
Jinmenken son perros, pero con rostros humanos que supuestamente aparecen en la noche en las zonas urbanas japonesas y deambulan a lo largo de las carreteras a velocidades extremadamente rápidas. El jinmenken también puede hablar, pero los informes dicen que o bien puede ser grosero o pedirá que lo dejen solo. A diferencia de la mayoría de las leyendas urbanas de los japoneses, el perro de cara humana no es muy conocido por matar a los que tienen la mala suerte de encontrárselo, aunque se dice que se escaparon de experimentos científicos, o que se trata de los espíritus de las víctimas de accidentes de tráfico. También se especula que los testigos que dicen haber conocido a un jinmenken se han encontrado con macacos japoneses, lo que explicaría el movimiento cuadrúpedo, la piel de perros, la cara humana y los ruidos parecidos a los humanos que los jinmenken supuestamente pueden hacer.
Kokkuri-san.
Kokkuri es una versión en japonés del tablero de ouija, que se hizo popular durante la era Meiji. En lugar de utilizar una tarjeta con cartas y un planchette, los ‘jugadores’ escriben caracteres hiragana y colocan sus dedos en una moneda, antes de preguntar a ‘Kokkuri-san “. Este es un juego popular en colegios secundarios y, de forma similar a la ouija occidental, varios rumores y leyendas lo rodean. Algunos dicen que Kokkuri-san da a los jugadores la fecha exacta de su muerte.
Botan Doro
En la primera noche de Obon, una mujer hermosa y una chica joven que sostienen una linterna dan un paseo por la casa del samurái viudo Ogiwara Shinnojo. Ogiwara se golpea violentamente con la mujer, nombrada Otsuyu, y hace voto de relación eterna. De esa noche hacia adelante, la mujer lo visita por las noches , yéndose siempre antes de amanecer. Un vecino mayor, sospechó de la muchacha, mirando a escondidas por la rendijas de la casa y ve a Ogiwara en cama con un esqueleto. Consultando a un sacerdote budista, Ogiwara encuentra que él está en peligro a menos que pueda oponerse a la mujer, y él pone un hechizo de protección en su casa. La mujer no puede entonces entrar en su casa, pero lo llama de exterior. Finalmente, incapaz de resistir, Ogiwara sale saludarla, y se lo lleva de nuevo a su casa, en un sepulcro en un templo. A la mañana siguiente encuentran el cadáver de Ogiwara entrelazado con el esqueleto de una mujer.
La princesa Takiyasha
Esta es la historia de dos hermanos, también una de las piezas más populares del teatro kabuki. Narra la leyenda de la princesa Takiyasha, que trató de vencer a sus enemigos con la ayuda de fantasmas. Ella era hija de un noble que murió en el año 940 en una rebelión abortada contra su señor feudal. Tras la muerte de su padre, Takiyasha se hizo monja. Más tarde ella y su hermanastro conocieron el espíritu de una rana bruja, y ésta usó sus poderes mágicos para tramar una rebelión contra los enemigos de su difunto padre. Pero Mitsukuni, un guerrero enemigo, descubrió la maquinación, fue al palacio y venció a los humanos y a sus aliados sobrenaturales. Acá se muetra la lucha entre Takiyasha y Mitsukuni. La princesa ha hecho un hechizo para llamar a un enorme fantasma en forma de esqueleto. La aparición trata de atacar a Mitsukuni sobre una cortina de bambú caída, mientras el guerrero arrincona con su espada al hermanastro rebelde.
Tsuru no Ongaeshi
Hace mucho, mucho tiempo, en algún lugar vivía una pareja de ancianos muy pobre.
Un día el anciano oyó el grito de una grulla que había caído en una trampa.
El anciano se compadeció al verla y decidió soltarla.
Esa noche le contó a su mujer sobre lo ocurrido y ella le dijo: “Hiciste bien. Yo también estoy contenta”, y los dos se pusieron alegres.
En ese momento, alguien llamó a la puerta: “toc toc…”, el anciano salió y encontró a una chica muy bonita que dijo: “Me desorienté en el camino, ¿Podría quedarme en su casa esta noche?”.
Los ancianos que eran muy amables no dudaron en invitarla a dormir.
Esa noche los tres conversaron y ella les contó que no tenía casa a donde ir ni familia con quien estar. Los ancianos le propusieron: “¡Queremos que seas nuestra hija!”
Ella se puso muy contenta. Al rato los tres se fueron a descansar.
Al día siguiente, la chica se levantó muy temprano para preparar el desayuno, pero no había ni arroz ni miso.
En ese momento, la chica divisó un telar en una habitación contigua y en unos instantes se empezó a oir el sonido del telar mecánico.
Cuando los ancianos se despertaron, la chica les entregó una pieza de tela bellísima diciéndoles: “vendan esta tela y compren lo necesario para vivir”. Ellos se sorprendieron y estuvieron muy contentos.
El anciano recibió mucho dinero a cambio de la pieza de tela, ya que ésta era muy bonita, y compró lo necesario para vivir además de un peine muy bonito para la chica.
Esa noche los tres estaban muy contentos y se quedaron conversando hasta muy tarde. En eso el abuelo dijo: “Ya vamos a dormir”, pero la chica contestó: “Yo voy a continuar trabajando un poco más”. Los ancianos se sorprendieron y le dijeron: “¡No! hoy ya no trabajes! es mejor que descanses”. La chica contestó: “Quiero hacer más piezas de tela para ustedes pero quisiera pedirles un favor, no entren a la habitación cuando esté trabajando.”. El anciano preguntó sorprendido: “¿Cómo? ¿No podemos verte trabajar?”. La chica contestó: “No, por favor, quiero que me prometan que no lo harán.”
Los ancianos no entendían la razón por la cual la chica les pedía eso pero asintieron con la cabeza.
La chica tejía cada noche una pieza de tela que se vendían como “pan caliente”, pero cada día se ponía más delgada y no tenía ánimo.
El anciano le decía: “¡Tienes que descansar, no trabajes demasiado!”, pero la chica respondía: “Voy a seguir trabajando sólo un poco más” y entraba en la habitación.
Los ancianos no podían dormir pensando en la salud de la chica.
Una noche, el anciano no pudo contenerse y dijo: “Voy a verla”, la anciana replicó: “Tenemos que cumplir con nuestra promesa”. El anciano, haciendo caso omiso a su mujer, se dirigió a la habitación en donde se encontraba trabajando la chica. Miró a través de la puerta que estaba entreabierta y para su sorpresa divisó a una grulla trabajando en el lugar. La grulla utilizaba su pico para quitarse plumas, las cuales las utilizaba para decorar las hermosas piezas de tela que hacía. Esta advirtió que estaba siendo observada y se disfrazó nuevamente de mujer.
La chica abrió la puerta y se dirigió al anciano: “Yo soy aquella grulla que salvó de la trampa. Por salvarme la vida quise devolverle el favor y para ello se me dió la oportunidad de convertirme en un ser humano por una sóla vez y venir aquí, pero ya no puedo permanecer aquí con ustedes. Deseaba convertirme en su hija para siempre”.
La chica volvió a tomar su apariencia original de grulla y levantó vuelo. El anciano al verla volar pensó: “Perdóname. ¡No nos olvides!” y le lanzó el peine que le había regalado a la “chica”. La grulla lo cogió y se fue volando.
Momotaro
Hace mucho tiempo había una pareja de ancianos que no podía tener hijos y le rogaban a los dioses que les diera uno un día mientras que lavaban la ropa en el rio vieron que se acercaba un durazno gigante lo sacaron de rio y se lo llevaron a su casa una ves allí decidieron comerlo y al momento en que lo abrieron descubrieron a un bebe dentro del durazno sorprendidos dieron gracias a los dioses por el bebe que les había enviado y lo aceptaron dándole el nombre de "Momotaro" (桃(momo)=durazno y 太郎(taro) que es el nombre con que se define a un varón.
Momotaro comía mucho y creció fuerte y robusto, nadie podía pelear contra el pero él sabía que de algo tenían miedo los ancianos. Hasta este entonces el no decía ni una sola palabra (era como mudo).
Un día vinieron unos demonios a cometer fechorías y saquear el pueblo eran los demonios Oni de la isla 鬼ヶ島 "Onigashima"(isla de los demonios "Oni "motaro sentía que no podía pasar eso por alto un día le dijo a los ancianos "¡Voy a subyugar a los demonios! Por favor ayúdenme con los preparativos para mi salida."
Los ancianos estaban impresionados por escuchar por primera ves la voz de Momotaro después que recuperarse de la sorpresa le dijeron que seria mejor que desista de hacer cosas peligrosas, pero en su terquedad le permiten ir a la isla y le dan 3 黍団子(kibidango)(un dulce de Japón) para que los coma en la travesía.
Momotaro emprende camino a la isla de los demonios mientras que los ancianos rogaba por que su hijo se encontrara bien y a salvo en el camino se encontró en el camino con un perro. El perro le dijo: "¡Oiga! Deme un "dango" por favor. Si me lo da le ayudo".
Momotaro le entregó un "dango" y empezaron a caminar juntos. Momentos después se encontraron con un mono, el cual pidió a Momotaro lo mismo que el perro. Momotaro tomó un "dango" y se lo entregó, y los tres empezaron la marcha nuevamente. En el camino a la isla del demonio, encontraron a un faisán, el cual pidió lo mismo que los anteriores y se unió al grupo. Pasaron unos días y llegaron por fin a la "isla de los demonios". El faisán realizó un vuelo de reconocimiento y al volver dijo:"Ahora todos
están tomando Sake(*3) ". Momotaro pensó que era una buena ocasión y dijo:"Vamos".
Pero no podían entrar porque el portón estaba cerrado. En ese momento el mono saltó el portón y abrió la cerradura. Los cuatro entraron a la vez y los demonios quedaron sorprendidos al verlos. El perro mordió a un demonio, el mono arañó a otro mientras que el faisán picoteaba a un tercero. Momotaro le dio un cabezazo al lider.los demonios se arrepintieron y prometieron no atacar mas a la aldea Momotaro regreso con los animales y todo lo que habían saqueado de la aldea.
Kintarou
Con el nombre con significado de "niño de oro" Kintaro era un niño que nació con una fuerza sobrehumana en el pueblo de Jizodo. Podía reducir las rocas en migajas, arrancar los árboles de la tierra y manipular sus ramas como simples bastoncitos. Sólo tenía un hacha con la que siempre iba a todos lados. Siempre estaba con los animales de las montañas, ellos eran sus amigos con quienes practicaban sumo todo los días. Un día Kintaro y sus amigos fueron a la montaña de enfrente de su casa para recoger unas castañas. Allí había muchos castaños. En cuando se le apareció un oso que quiso atacarlo, Kintaro muy hábilmente lo cogió y lo aventó al suelo, los demás animales estaban sorprendidos y el oso también, el cual unió para acompañarlos, otro se encontró con un pez gigante. Este quiso devorarlo y lo consiguió y no se soltó de el. Al final el pez ya agotado se rindió y se unió a sus amigos. Un día unos demonios aparecieron, el pez gigante lo traslado hasta el lugar por los ríos. Todos sus amigos se unieron para la pelea, en cuando apareció un Samurai llamado "源 頼光" (minamoto no yoshimitsu) a ayudarlos, después de derrotar a los demonios el samurai quedo sorprendido con la gran fuerza del niño y lo llevo a Tokyo para enseñarle las artes de los samurais.
Urashima Taro
Urashima Taro era un niño pescador. Un día ve a unos chicos que están golpeando a una tortuga, y ayuda a la tortuga. La tortuga, herida, le da las gracias por ayudarle y regresa al mar. Un día después, la tortuga volvió. Le dijo que era la hija del emperador del mar y le invitó a un palacio donde vive el dragón dios del mar y le dio a Urashima Tarō el poder de respirar en el agua. La tortuga y él nadaron por el mar y al llegar al palacio la tortuga se convirtió en una bella princesa. Urashima Tarō se quedó en el palacio durante dos días, pero finalmente quiso volver a su hogar para visitar a su madre, que se estaba muriendo. La princesa le dio una caja misteriosa y le dijo que no debía abrir la caja nunca.
Confundido, Urashima Tarō nadó sobre la tortuga, y salieron del palacio. Al llegar a su hogar todos habían cambiado. Preguntó a todos si ellos habían oído hablar de la familia Urashima o de Urashima Tarō. Todos le dijeron que Urashima Tarō había muerto hacía ya 300 años. Urashima Tarō sorprendido porque él no había muerto y por que habían pasado tantos años en estado de shock se sentó bajo un árbol y abrió la caja. Al abrirla salió un humo blanco que recibió Urashima Tarō y se convirtió en un hombre viejo (anciano). De la caja vino una voz: «Te dije que no debías abrir la caja nunca. En la caja estaba tu edad.»
Tsuki no Usagi (Conejo de la luna)
Según cuenta la leyenda, un viejo peregrino se encontró un día un mono, un zorro y un conejo. El hombre, de avanzada edad, se encontraba agotado por su viaje lo cual le llevó a pedir a los tres animales, como favor, que le consiguiesen algo de comida.
El mono se subió a un árbol y recogió jugosas frutas, el zorro con su gran habilidad para cazar atrapó un ave y el conejo, con gran pesar, volvió con las manos vacías. Al ver al viejo con la cara triste y cansada, se sintió culpable. Recogió unas cuantas ramas y
hojas secas, encendió una fogata y se lanzó dentro para ofrecerse a sí misma como alimento.
El viejo, conmovido ante el trágico sacrificio del pobre animal, reveló su verdadera identidad, era un Dios de gran poder, y enterró al conejo en la luna como monumento a su gesto de solidaridad. Es una historia de sacrificio y entrega que forma parte de la cultura japonesa. Por eso los conejos saltan tratando de alcanzar a su héroe que descansa en la luna. Según los Nipones si observamos bien la luna veremos que el conejo está creando Mochi, que es un dulce confeccionado con arroz.
La muñeca Okiku
Una muñeca misteriosa poseída por el espíritu de una niña ha capturado la curiosidad de las personas por todo Japón por décadas. La legendaria muñeca Okiku, llamada así por la niña que hace mucho tiempo solía jugar con ella, es una muñeca de porcelana vestida de kimono y de 40 centímetros y ojos negros... y cabello que crece.
La muñeca Okiku ha residido en el templo Mannenji en el pueblo de Iwamizawa (de la prefectura Hokkaido) desde 1938. Según los cuidadores del templo, al principio la tradicional muñeca tenía el cabello corto, pero con el tiempo ha crecido hasta 25 centímetros hasta sus rodillas. Aunque el cabello es cortado periódicamente, dicen que sigue creciendo.
Según cuenta la historia, la muñeca fue comprada originalmente en 1918 por un chico de 17 años llamado Eikichi Suzuki mientras visitaba Sapporo por una exhibición marina. Compró la muñeca en Tanuki-koji (La más famosa calle de compras de Sapporo) como un recuerdo para su hermanita de 2 años, Okiku. La niñita adoraba su muñeca y jugaba con ella todos los días, pero al siguiente año, la niña murió repentinamente por un resfriado. La familia puso la muñeca en el altar casero y le rezaba diariamente en memoria de Okiku.
Un tiempo después, notaron que el cabello comenzó a crecer. Este hecho fue aceptado como una señal de que el espíritu sin descanso de la niña había tomado refugio en la muñeca.
En 1938, la familia Szuki se mudó a Sakhalin, y pusieron a la muñeca al cuidado en el templo Mannenji, donde se ha mantenido desde entonces.
Nadie ha podido explicar detalladamente por qué los cabellos de la muñeca siguen creciendo. De todas formas, un examen científico de la muñeca supuestamente concluyó que los cabellos eran en verdad de una niña.
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