En el pequeño Puerto de San Blas, en Nayarit, hay un viejo edificio conocido hoy como “La Contaduría”, en tiempos pasados fue un famoso fuerte, levantado en 1768 por el Rey Carlos III. Era una mansión de los barcos destinados a California y Sonora allá por las épocas de conquista.
Aunque el Fuerte fue abandonado por muchos años, sigue de pie, conservando entre sus paredes aquellos momentos de gloria y sufrimiento. Este sitio fue pisado por Hernán Cortes y por el cura más joven de la historia José María Mercado. En épocas de independencia se guardaban en el fuerte más de 500 cañones, en la actualidad solo se conservan ocho de ellos. Había también muchas otras armas que sirvieron de apoyo a Miguel Hidalgo en la batalla.
Entre tantos muertos, uno de ellos fue precisamente el joven cura que en una batalla cayó al barranco muriendo al instante. Lo curioso del hecho que rodea el lugar, es que a pesar de todas aquellas muertes violentas en tiempos de guerra, no hay un solo dato de que el fantasma que ronda los corredores tenga relación con la historia previa del lugar.
Una mujer vestida de blanco se pasea por los pasillos, de forma tranquila, va y viene a cualquier hora, sin molestar a ninguno de los guardias que custodian el lugar, que aunque no tengan contacto directo con la aparición, si sienten cierto temor a lo desconocido.
Tal vez el hecho anterior no levante muchos sustos, pero lo que ha ganado la renuncia de muchos vigilantes, ha sido lo que sucede en el camino que recorren para llegar al fuerte, muchos de ellos tienen que salir o entrar ya caída la noche, se encuentran entonces rodeados de gritos, mientras caminan son seguidos por caballos y carretas, que solo escuchan pero no pueden ver, y se topan con un monje que siempre va de a camino a una de las Iglesias en ruinas en el camino al fuerte.
Una leyenda poco conocida fuera de sus alrededores, pero sin duda inquietante, no saber de dónde viene el fantasma de aquella mujer.
Aunque el Fuerte fue abandonado por muchos años, sigue de pie, conservando entre sus paredes aquellos momentos de gloria y sufrimiento. Este sitio fue pisado por Hernán Cortes y por el cura más joven de la historia José María Mercado. En épocas de independencia se guardaban en el fuerte más de 500 cañones, en la actualidad solo se conservan ocho de ellos. Había también muchas otras armas que sirvieron de apoyo a Miguel Hidalgo en la batalla.
Entre tantos muertos, uno de ellos fue precisamente el joven cura que en una batalla cayó al barranco muriendo al instante. Lo curioso del hecho que rodea el lugar, es que a pesar de todas aquellas muertes violentas en tiempos de guerra, no hay un solo dato de que el fantasma que ronda los corredores tenga relación con la historia previa del lugar.
Una mujer vestida de blanco se pasea por los pasillos, de forma tranquila, va y viene a cualquier hora, sin molestar a ninguno de los guardias que custodian el lugar, que aunque no tengan contacto directo con la aparición, si sienten cierto temor a lo desconocido.
Tal vez el hecho anterior no levante muchos sustos, pero lo que ha ganado la renuncia de muchos vigilantes, ha sido lo que sucede en el camino que recorren para llegar al fuerte, muchos de ellos tienen que salir o entrar ya caída la noche, se encuentran entonces rodeados de gritos, mientras caminan son seguidos por caballos y carretas, que solo escuchan pero no pueden ver, y se topan con un monje que siempre va de a camino a una de las Iglesias en ruinas en el camino al fuerte.
Una leyenda poco conocida fuera de sus alrededores, pero sin duda inquietante, no saber de dónde viene el fantasma de aquella mujer.
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