El chico se entera de la trágica noticia, quedando tremendamente afectado.
Algo sucedió entonces: El chico estuvo toda una semana recibiendo llamadas a su móvil por parte del teléfono de la chica.
Algo sucedió entonces: El chico estuvo toda una semana recibiendo llamadas a su móvil por parte del teléfono de la chica.
Una de esas veces, el chico se decidió a colgar ya que, tras cogerlo, varias veces, no había nadie a el otro lado. Una vez descolgado, pudo oír, a su lado, una fuerte respiración entrecortada.
Pensó que eran imaginaciones suyas. Sin embargo, esa misma tarde decidió hacer una prueba para liberarse de esa sensación que tanto le atormentaba.
Se acercó al cementerio y buscó la tumba de su amiga cibernética. Una vez allí, sacó el teléfono móvil de su bolsillo y marcó el nº de la chica.
Su sangre se congeló cuando llegó a sus oídos la melodía, casi hueca, desde dentro de la tumba, del móvil de la chica fallecida.
Desde hace años no pocas personas han recibido presuntos mensajes de difuntos, los cuales les habrían llamado a sus teléfonos fijos o móviles, llegando incluso a dejar grabado su mensaje en el contestador.Una de estas leyendas urbanas tiene como protagonistas a una pareja de brasileños: Una psicóloga, Zilda Monteiro y Edson, su pareja.
Zilda había compartido cinco años de su vida con Edson y durante ese tiempo ambos compartieron su interés por registros de psicofonías. Terminada la relación sentimental ambos se distanciaron, pero el ingreso en un hospital tras un infarto de Edson de nuevo les puso en contacto. Desde el centro sanitario donde él permanecía en cuidados intensivos una amiga común les puso en contacto telefónico. Tras charlar y rememorar viejos recuerdos, ambos se despidieron con la promesa del hombre de llamarla en el mismo momento en que abandonara el hospital.No se volvieron encontrar ni hablaron, porque ella desconocía el teléfono y porque él no tenía posibilidad de llamarle en su estado crítico, que le llevaría a su muerte. Edson murió en el hospital donde estuvo ingresado tras varias intervenciones delicadas. Sin embargo, días después, la promesa que Edson le hizo a Zilda se cumplió: Al ir a revisar el buzón de voz de su móvil, Zilda descubrió asombrada que había grabado un mensaje de Edson en el que le decía “Zilda, te quiero” y que tal y como pudo comprobar se había registrado después de su fallecimiento.
Otro caso se dio en San Luis Obispo, California. Este hotel tenía todas las habitaciones alquiladas menos una, la nº 911. El motivo de su cierre era porque años antes, en esa misma habitación, se había asesinado al huésped que la ocupaba. Para sorpresa de todo el personal del hotel, cuenta la leyenda que se comenzaron a recibir llamadas procedentes de esa habitación. Mientras el personal de mantenimiento vigilaba dicha habitación, el teléfono sonaba igualmente por lo que se descartó que fuera un humano el que hacía las llamadas. Más tarde también se desmintió el que fuera un fallo en la centralita ya que los técnicos rastrearon cada palmo de ella sin encontrar ninguno. La policía de la ciudad también recibió llamadas de esa habitación. La leyenda afirma que el espíritu de aquel huésped continúa en la habitación pidiendo ayuda a la policía de la ciudad para intentar liberarse de su asesino, como si el difunto huésped estuviera volviendo a vivir aquella situación que le llevó hasta la muerte.
Otro caso de este tipo es el que le ocurrió a un sacerdote en el año 2001. Dice la leyenda que este sacerdote había recibido 1 llamada de una mujer mayor llamada Sofía que le encargaba bendecirle la casa. Esta señora le dio la dirección y el sacerdote se dirigió hasta allí. Una vez allí, llamó 3 veces a la puerta sin que nadie le abriera. El sacerdote decidió llamar a la casa de al lado. Cuando la mujer que la habitaba abrió la puerta el sacerdote le preguntó por Sofía. La vecina le comentó al sacerdote que Sofía había muerto el día anterior.
Desde hace años no pocas personas han recibido presuntos mensajes de difuntos, los cuales les habrían llamado a sus teléfonos fijos o móviles, llegando incluso a dejar grabado su mensaje en el contestador.Una de estas leyendas urbanas tiene como protagonistas a una pareja de brasileños: Una psicóloga, Zilda Monteiro y Edson, su pareja.
Zilda había compartido cinco años de su vida con Edson y durante ese tiempo ambos compartieron su interés por registros de psicofonías. Terminada la relación sentimental ambos se distanciaron, pero el ingreso en un hospital tras un infarto de Edson de nuevo les puso en contacto. Desde el centro sanitario donde él permanecía en cuidados intensivos una amiga común les puso en contacto telefónico. Tras charlar y rememorar viejos recuerdos, ambos se despidieron con la promesa del hombre de llamarla en el mismo momento en que abandonara el hospital.No se volvieron encontrar ni hablaron, porque ella desconocía el teléfono y porque él no tenía posibilidad de llamarle en su estado crítico, que le llevaría a su muerte. Edson murió en el hospital donde estuvo ingresado tras varias intervenciones delicadas. Sin embargo, días después, la promesa que Edson le hizo a Zilda se cumplió: Al ir a revisar el buzón de voz de su móvil, Zilda descubrió asombrada que había grabado un mensaje de Edson en el que le decía “Zilda, te quiero” y que tal y como pudo comprobar se había registrado después de su fallecimiento.
Otro caso se dio en San Luis Obispo, California. Este hotel tenía todas las habitaciones alquiladas menos una, la nº 911. El motivo de su cierre era porque años antes, en esa misma habitación, se había asesinado al huésped que la ocupaba. Para sorpresa de todo el personal del hotel, cuenta la leyenda que se comenzaron a recibir llamadas procedentes de esa habitación. Mientras el personal de mantenimiento vigilaba dicha habitación, el teléfono sonaba igualmente por lo que se descartó que fuera un humano el que hacía las llamadas. Más tarde también se desmintió el que fuera un fallo en la centralita ya que los técnicos rastrearon cada palmo de ella sin encontrar ninguno. La policía de la ciudad también recibió llamadas de esa habitación. La leyenda afirma que el espíritu de aquel huésped continúa en la habitación pidiendo ayuda a la policía de la ciudad para intentar liberarse de su asesino, como si el difunto huésped estuviera volviendo a vivir aquella situación que le llevó hasta la muerte.
Otro caso de este tipo es el que le ocurrió a un sacerdote en el año 2001. Dice la leyenda que este sacerdote había recibido 1 llamada de una mujer mayor llamada Sofía que le encargaba bendecirle la casa. Esta señora le dio la dirección y el sacerdote se dirigió hasta allí. Una vez allí, llamó 3 veces a la puerta sin que nadie le abriera. El sacerdote decidió llamar a la casa de al lado. Cuando la mujer que la habitaba abrió la puerta el sacerdote le preguntó por Sofía. La vecina le comentó al sacerdote que Sofía había muerto el día anterior.
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